El hecho está ocasionando preocupación al Juzgado de la Niñez y Adolescencia de la capital de Amambay, Pedro Juan Caballero, ante los innumerables inconvenientes, tanto económico como humano, que eso acarrea.
De acuerdo a los datos estadísticos, en los últimos meses han bajado considerablemente las inscripciones al programa de familias acogedoras para albergar a niños en situación de vulnerabilidad en la terraza del país.
Como consecuencia lógica, esos menores tienen que ser enviados a hogares y abrigos de la ciudad de Asunción mientras dure el proceso, situación que viene ocasionando serios inconvenientes a los administradores de justicia.
“Es imperiosa la necesidad de que la sociedad se involucre inscribiéndose en el programa de familias acogedoras”, sostuvo la jueza Rut Patricia Núñez Díaz, titular del Juzgado de la Niñez y Adolescencia del primer turno de la circunscripción judicial de Amambay.
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Pidió, además, que las autoridades de la región de frontera habiliten albergues con la finalidad de evitar el desarraigo de esos menores en estado de vulnerabilidad.
El traslado de esos menores a hogares y abrigos de la capital del país ha aumentado en un 30 %, debido a que bajó el interés de la población en inscribirse en ese programa que tiene como finalidad albergar a menores en estado de fragilidad.
Según se informó, actualmente el Gobierno otorga una ayuda económica a las familias que se inscriben en el programa de familias acogedoras. Esa asistencia se materializa por medio de la Dirección General de Cuidados Alternativos (Dicuida), dependiente del Ministerio de la Niñez y Adolescencia.
Fuente: La Nación
