VIDEO: En la primera sesión del año en el Senado, el parlamentario opositor Rubén Velázquez (Yo Creo) lanzó duras críticas contra el programa gubernamental Hambre Cero y la crítica situación del sistema de salud en el país. Durante su intervención, denunció irregularidades en la ejecución del programa alimentario y cuestionó la gestión gubernamental en materia de salud pública.
Velázquez destacó que el programa, diseñado para fomentar la nutrición y el aprendizaje en niños, ha sido utilizado para beneficiar a empresas y políticos, en lugar de cumplir su propósito. “Se están aprovechando empresas, políticos y un sistema corrupto que está permitiendo que se ofrezca comida de cerdo a niños en escuelas públicas”, denunció el legislador.
Uno de los puntos más preocupantes, según Velázquez, es la reacción del gobierno ante estas denuncias. En lugar de reconocer las fallas y buscar soluciones, el Ministro de Desarrollo Social sugirió que se trata de un sabotaje con motivaciones políticas, tras la denuncia sobre el mal estado del kure caldo distribuido en la escuela San Jorge de Mariano Roque Alonso.
Además, el senador criticó un reciente circular del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la cual advierte a los directores sobre posibles sanciones civiles, administrativas y penales en caso de incumplimiento de sus atribuciones. Según Velázquez, esta medida limita la capacidad de los directivos escolares para controlar la calidad de los alimentos que se suministran a los niños. “¿Y entonces, quién va a controlar?”, cuestionó.
En su discurso, el legislador extendió su crítica a la crisis del sistema de salud, señalando la falta de equipamiento e insumos en los hospitales, especialmente en el interior del país. “No podemos inaugurar hospitales sin equipamiento ni insumos médicos. Con la salud no se juega”, expresó, calificando de “criminal” la promoción de logros gubernamentales en un sistema de salud en estado crítico.
Velázquez hizo un llamado al Senado para no ser “cómplice con su silencio” ante estas problemáticas. Subrayó la urgencia de mejorar la infraestructura y el abastecimiento de medicamentos en las unidades de salud familiar de los barrios, así como la necesidad de tomar medidas concretas para garantizar el bienestar de la población más vulnerable.
Las declaraciones del senador reflejan una creciente preocupación sobre la gestión de los programas sociales y la crisis sanitaria en el país, abriendo el debate sobre la necesidad de una mayor fiscalización y control en el uso de los recursos públicos.
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