Según Ovelar, el presidente Santiago Peña ha sido objeto de ataques constantes, especialmente por parte de grupos de comunicación y de opositores.
El senador Silvio “Beto” Ovelar sostuvo que existe un intento deliberado por parte de ciertos medios de comunicación y sectores opositores para generar una división entre el Gobierno nacional y el Partido Colorado. No obstante, aseguró que dicha fractura no tiene lugar y que la relación entre ambas partes se mantiene firme.
Según Ovelar, el presidente Santiago Peña ha sido objeto de ataques constantes, especialmente por parte de grupos de comunicación y de opositores. Indicó que estos embates no solo apuntan al Ejecutivo, sino también a su soporte político: el Partido Colorado y su líder, Horacio Cartes. A pesar de los cuestionamientos, remarcó que el movimiento Honor Colorado continúa respaldando plenamente al jefe de Estado.
Desde el entorno presidencial se acusa a los medios en cuestión, de llevar adelante una ofensiva sistemática contra Peña, no en el marco de un periodismo riguroso y responsable, sino a través de informaciones distorsionadas y con la clara intención de generar un ambiente de incertidumbre en el país.
Los allegados al mandatario consideran que lo que está en curso es una estrategia bien orquestada para desgastar su imagen. Aseguran que estos medios ya no cumplen con el rol de señalar errores y promover el debate de ideas, sino que han optado por una postura de hostilidad permanente, alterando hechos con premeditación.
Ovelar advirtió que mientras Peña mantenga su cercanía con el cartismo, los ataques mediáticos no cesarán. En sus palabras, se trata de un enfrentamiento directo, sin espacio para treguas. Afirmó que las críticas continuarán bajo cualquier pretexto, ya que el conflicto está completamente desatado.
En los últimos días, una nueva polémica fue difundida de forma paralela por ambos medios, en la que se acusa al presidente de haber incurrido en un supuesto conflicto de intereses vinculado a su pasado empresarial con el grupo ueno Holding. Desde el oficialismo se señala este hecho como un ejemplo más de la campaña de desinformación dirigida a debilitar la figura presidencial.
El Nacional
