¿Pasar la fiestas con mi familia o con los suegros? No puede faltar la tía con las preguntas incómodas.
1 – Con quién pasar las fiestas: Para Mirian Mareco, de Caaguazú, cada año es todo un tema decidir si pasar la fiestas en lo de los suegros, en casa de sus padres o en su hogar.
“Mi mamá tiene la tradición de que el 24 de diciembre se tiene que preparar el pesebre, el clericó, el chipa apó en tatakua y que todos estén en la mesa para esperar la Navidad. Desde que me casé, un año pasamos con mis suegros y en otro con mis padres, pero siempre hay reclamos”, contó.
2 – Elección del menú navideño: Algunos quieren vitel toné, lengua a la vinagreta, gallina rellena, pero el conflicto principal está en decidir quién se encargará de la cocina.
Josefina Acosta, cocinera oriunda de Mariano Roque Alonso, contó que a última hora suele tener una avalancha de clientes porque en las familias no se llega a un acuerdo de quién se encargará de la cocina y del menú.
“Por eso decidí tomar pedidos solo hasta una semana antes”, dijo. Recomendó prever con anticipación para evitar conflictos innecesarios o el akarasy de último momento.
3 – Se meten en la crianza de los hijos: Critican los berrinches y la falta de castigos físicos, el peso, el apego al celular, etc., por lo que ya hay tova puku en la mesa findeañera.
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“La suegra y las cuñadas siempre hacen comparaciones. Porque el primo ya dejó el biberón, ya come solo”, detalló una entrevistada.
4 – Preguntas incómodas: “¿Subiste de peso, qué piko te pasó”, “¿Por qué no tienen hijos?” o “Fulana ya se recibió y vos no”.
“Eso pasa mucho cuando se invita a las tías, primas o familiares lejanas a la fiesta”, comentó Leticia Aquino.
5 – Problemas no resueltos: Cuando a uno de los miembros de la familia se le sube el alcohol y empieza a reclamar deudas, conflictos del pasado o alguna roncha, esto puede terminar en feroz discusión en plena Navidad.
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