Mientras arrecian las críticas y versiones sobre una posible renuncia del intendente de Ciudad del Este, el senador Rubén Velázquez lo defiende, señalando que no existen hechos concretos que justifiquen una imputación y que la persecución política es evidente.
Desde el Congreso Nacional, el senador Rubén Velázquez ha asumido una postura clara y firme en defensa del intendente Miguel Prieto, acusando a sectores del oficialismo de utilizar políticamente al Ministerio Público con fines persecutorios. “Ya es una crónica de una muerte anunciada”, expresó el legislador, en referencia al constante acoso institucional contra Prieto, a quien considera víctima de una campaña orquestada.
Velázquez subraya que la Fiscalía no ha podido sostener una imputación hasta el momento porque “no se han encontrado elementos reales que configuren un hecho punible”. A su entender, se está utilizando el aparato judicial para generar una percepción pública de corrupción, cuando en realidad los verdaderos avances en la administración municipal se han invisibilizado.
“El intendente está con la conciencia tranquila, sabe que ha hecho el mejor de sus esfuerzos por la comunidad esteña. Nadie dice que no pueda haber errores, pero jamás con intención de robar o dañar el patrimonio público”, aseguró.
El senador también apuntó contra las gestiones coloradas anteriores, denunciando prácticas mucho más graves como la habilitación de cajas paralelas y la extorsión sistemática a comerciantes. “Eso hoy no existe más en Ciudad del Este. Había una estructura de corrupción consolidada, y eso se desmanteló”, sentenció.
Además, Velázquez criticó al actual gobierno nacional por lo que considera un fracaso en políticas públicas esenciales, como salud, pensiones sociales y la falta de avances concretos en temas estructurales como Itaipú. “Si estuvieran cumpliendo con su rol, no necesitarían atacar a la oposición para justificarse. El problema no es Prieto: el problema es que ellos no están gestionando como prometieron”, afirmó.
Para el legislador, la popularidad de figuras como Miguel Prieto entre la ciudadanía es una muestra del desgaste del poder tradicional. “Lo que molesta es que alguien sin apellidos pesados, sin padrinos políticos, pueda tener liderazgo real y popular. Eso desestabiliza los esquemas de siempre”, finalizó.
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